miércoles, 19 de diciembre de 2012

Babel, la película




Sobre la paternidad y un arma.

Hace unos meses reflexionaba con un amigo sobre cómo definir una buena película, a través de qué atributos. Se me venían a la cabeza ideas como el que tenga una atmósfera que te cautive, que sus personajes tengan una cierta densidad, que el hilo narrativo esté tan bien urdido que no se note… Y hoy he pensado que una buena película tiene que ser “como la vida”. Y como la vida es “Babel”.

Los personajes, en las diferentes historias entrelazadas coinciden en estar pasando todos por un momento de especial intensidad en sus vidas, puede que crucial. Y de eso se trata en parte. No de si unas historias acaban bien y otras mal. Se trata más bien de comprender los colores de las historias, su música y sólo así confiar en la redención, en que cada personaje encuentre su sitio antes o después. Por eso, desde mi punto de vista, la película refleja la fragmentación de la vida y el corazón que conduce y une lo uno con lo otro. El contexto y las casualidades (como la que atrapa y une los destinos del padre asiático y el africano, y los padres americanos y la madre hispana).

Contexto y casualidades que desconciertan cada uno a un ritmo, sin perder el aire frenético de sentirse desorientado. Así se encuentran los personajes.

Y creo que uno de los personaje que mejor refleja la vida es la chica japonesa, quien pasa por un proceso que sólo un extraño Dios o un sabio guionista puede plantear. Un proceso que tiene sentido y que se asienta en el crecimiento del personaje. Esta adolescente sorda, aterriza en una realidad donde no se siente deseada, y sufre el rechazo del sexo opuesto justo cuando más necesita sentirse poderosa. Me encanta cómo termina su historia. Aceptar, comprender y sufrir y crecer van unidos y la vida es quien tiene la culpa de ello. Y esta historia antes que otras, lo cuenta, además, con elegante sencillez.

Con una habilidad narrativa clara, contundente y me atrevo a decir que brillante, el espectador no se despegará de la pantalla, quedará impregnado de una y otra historia, de sus fragmentos y de su hilazón no sólo desde el principio sino que, me temo que también, mucho después de la película.

Sin duda, es un film de contrastes, de privilegios: los ricos, los pobres; los buenos, los malos; los guapos, los feos; los que hablan un idioma y los que no lo hablan. Y, en medio, los accidentes y las personas. Y por dentro, los sentimientos. Por eso es tan fácil de comprender y de seguir a pesar de no estar subtitulada, por eso hay que verla, aunque duela.


Ficha técnica:
Director: Alejandro González Iñárritu.
Actores protagonistas: Cate Blanchett, Brad Pitt, Mohamed Akham, Gael García Bernal, Rinko Kikuchi, Kôji Yakusho, Adriana Barraza.
Año: 2006
País: Francia, EEUU, México